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Proporciones entre niños y adultos

Debe comprobarse si la legislación o las directrices gubernamentales del país contienen recomendaciones de proporciones adecuadas para la supervisión de niños en el ámbito nacional. Si en un país concreto no existe orientación específica sobre este tema, se recomienda mantener las siguientes proporciones entre adultos y niños para contribuir a la seguridad de estos últimos:

  • Cuando se trabaja con niños de entre seis y ocho años de edad, se debe respetar una proporción de un adulto por cada 16 niños.
  • Cuando se trabaja con niños de nueve a doce años de edad, se debe respetar una proporción de un adulto por cada 20 niños.

Si hay antiguos alumnos colaborando en la supervisión de los niños más pequeños, solo los mayores de 18 años deben ser incluidos como adultos al calcular la proporción entre adultos y niños. Todas las actividades deben planificarse siempre de manera que participen al menos dos adultos. Estas son las buenas prácticas recomendadas para la salvaguardia.

Los siguientes factores también deben tenerse en cuenta a la hora de decidir cuántos adultos son necesarios para supervisar a los niños con seguridad:

  • El número de niños que participen en la actividad futbolística.
  • La edad, madurez y experiencia futbolística de los niños.
  • Si alguno de los miembros del personal, voluntarios o niños tiene una discapacidad física, de aprendizaje o requisitos especiales.
  • Si alguno de los niños muestra un comportamiento desafiante.
  • Los riesgos específicos asociados con la actividad futbolística.
  • Los riesgos asociados con el entorno.
  • El nivel de cualificación y experiencia de los miembros del personal y de los voluntarios.
  • El programa completo de actividades futbolísticas.

Cosas importantes a tener en cuenta

  • Siempre se debe intentar garantizar que haya al menos un adulto por cada grupo de niños que sea del mismo sexo que los niños involucrados.
  • Siempre se debe intentar garantizar que haya al menos un adulto de cada sexo en los grupos mixtos.
  • Todas las actividades deben planificarse de manera que participen al menos dos adultos.
  • Los adultos deben evitar quedarse a solas con los niños.
  • Todos los adultos que trabajen directamente con niños deben someterse a procesos de selección seguros (comprobación de su adecuación), firmar el código de conducta y completar la formación básica de sensibilización sobre salvaguardia.